Las esguinces son lesiones bastante frecuentes entre los deportistas de toda edad. Sepa qué recomienda la medicina deportiva para evitarlas y también para evitar las distensiones musculares.
Una esguince es una distensión de los ligamentos que rodean a una articulación. Se producen fundamentalmente al practicar deportes violentos, pero pueden producirse al hacer un movimiento brusco en cualquier ocasión.
Las esguinces se localizan sobre todo a nivel de rodilla, tobillo, muñeca, hombro o codo. El tratamiento consiste en inmovilización y antiinflamatorios.
Que es una esguince y como se trata
Tipos de esguinces
Según su importancia y el tratamiento que se les debe dar, podemos diferenciar distintos grados de esguinces. A saber:
• Las lesiones leves o de grado I, que presentan un pronóstico excelente y no dejan secuelas.
• Las distensiones de una intensidad moderada o de grado II, en las que se produce una rotura de fibras de los ligamentos que puede dejar como secuela una inestabilidad articular por lesión de los pequeños nervios que trasmiten hacia el sistema nervioso central la información de la posición de la articulación. En este caso el daño se debe compensar con el fortalecimiento de la musculatura, necesitando el paciente, un promedio de tres a seis semanas para su recuperación.
• Las distensiones ligamentosas graves o de grado III. En este último grupo de lesiones, al romperse el ligamento, se origina una inestabilidad articular más severa por lo que el paciente suele precisar un reposo prolongado para recuperarse por completo.
Factores que predisponen a padecer una lesión
Ciertas circunstancias incrementan las probabilidades de padecer una lesión cuando hacemos deporte, por eso es importante tenerlas en cuenta. Estas circunstancias son:
- Fuerza desequilibrada de las piernas desequilibrada.
- Debilidad en algún grupo de músculos
- Errores de entrenamiento.
- Mal alineamiento anatómico.
- Mala condición física.
- Calzado inadecuado.
- Situaciones de fatiga.