Intensidad: No forzar la marcha. Mantener un ritmo constante durante un mínimo de veinte minutos.
Continuidad: Mantener la constancia para lograr un resultado. Correr regularmente.
Calentamiento: Comenzar a correr a un ritmo suave para incrementarlo progresivamente.
Estiramiento: Estirarse después de la carrera.
Caminos: Buscar superficies que provoquen poco impacto, senderos de tierra o césped.
Como correr sin lesionarse
Calzado: Utilizar zapatillas diseñadas especialmente para correr y reemplazarlas cuando estén muy usadas.
Hidratación: Beber el equivalente a dos vasos de agua cada media hora.
Descanso: No correr más de cuatro días a la semana.
Variedad: Alternar la carrera con otras actividades, como nadar o andar en bicicleta.
Uñas: Cortarlas cuidadosamente para evitar que se claven, se encarnen y produzcan heridas.
Higiene: mantener una buena higiene del pie.
Ampollas: vigilar la aparición de ampollas, para considerar su origen postural, por la forma de correr o por el calzado.